Lectura: No soy un robot, de Oliver Terrones
Hace poco terminé No soy un Robot, la opera prima de Oliver Terrones. Es el diario ficcional de un adolescente como un obsesionario aceleracionista. Con aires indies de alt lit, zapping de internet y profundas reflexiones sobre Acapulco vaporwave, refresca la acartonada literatura mexicana.
Se lee rápido y se queda un tiempo impreso en la mente. Es válida la relectura, y sobre todo se disfruta la prosa precisa de elegancia sin estridencias. Ganó un premio de crónica y eso lo convierte en una muy buena broma, porque en realidad es una novela.
Es llamativa la selección de consumos culturales que aparece como un carrusel en el relato. Cine, televisión y música de los 90s y 2000 son elementos nostálgicos que transportan a un pasado mejor, ingenuo y sencillo.
La actualidad sobreconectada, el aceleracionismo tropical, la corrección política como pátina y la depresión como signo de los tiempos son temas que dispara una novela cortita pero intensa. Muy recomendada su lectura. Se consigue el librerías muy específicas de México.
